En el corazón de Ribera del Duero, en el pueblo burgalés de Pedrosa de Duero, se ubica el Pago de los Capellanes, dividido en 35 parcelas cultivadas con la noble tempranillo. Con uvas seleccionadas de este emblemático pago se elabora. El excelente trabajo del enólogo Paco Casas (artífice de todos los vinos de la casa) se deja sentir en un vino tinto excelente e incapaz de defraudar incluso a los paladares más afinados.
| Vista |
Pago de los Capellanes Crianza presenta un color guinda muy intenso brillante, con ribetes cardenalicios. |
| Nariz |
En la nariz es muy franco con un buen equilibrio fruta-madera, en el que se funden los tonos lácticos y de vainilla con fruta bien madura, frutos negros y del bosque. En el vino Pago de los Capellanes sobresalen notas de cuero y regaliz propias del ensamblaje del roble francés con los aromas varietales. |
| Boca |
El paso de boca es suave, pero llenando el paladar de equilibrados sabores (en los que se repiten las sensaciones nasales) y percibiéndose también unos taninos finos que contribuirán a alargar la vida del tinto Pago de los Capellanes Crianza, para acabar con un final de boca y un postgusto largos y muy elegantes. |
| Maridaje |
Solomillo ibérico a la plancha con salsa confitada, croquetas de ceps y de gorgonzola o bacalao confitado son algunas ideas para acompañar el Crianza de Pago de Capellanes. |
| Envejecimiento | Pago de los Capellanes Crianza reposa durante 12 meses en barricas nuevas y de dos años de roble francés de 300 litros de grano seleccionado. |